sábado, 13 de febrero de 2010

¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA TARJETA POSTAL!

Está claro que esta entrada no trata sobre la historia de san Valentín, que flojera, de seguro sobre eso se trataran todas las revistas de chismes matutinas de televisión abierta. Iré al grano con la pregunta más certera y honesta que los humanos hemos logrado concebir. “¿Por qué?” 
¿Por qué san Valentín? ¿Es importante el día del amor y la amistad, o navidad, o el día de muertos o Halloween?, o que tal del día de la madre,,, el padre, el niño, el abuelo, la concubina, etc. 
Bueno la respuesta (como siempre) siempre depende del contexto. Y por contexto no me refiero a que así como en México celebramos la caída de la estatua de Fox, en otro lado festejen la caída del muro y en otro lado se celebre la caída de las torres gemelas. No, yo me refiero al contexto económico. Vivimos en un país capitalista y en ese contexto, por supuesto que es importante San Valentín, y el día del ahijado y de albañil, y de los taxistas y de las Marías y lo que sea que se deje. Se trata de la circulación del capital, de los contribuyentes a los capitalistas, los cuales reinvierten su capital, se gastan sus ganancias y nosotros tenemos más empleos para sobrevivir y comprar florecitas y chocolatitos.
En “ESE” contexto, ellos nos hacen un favor yéndose de vacaciones a Cancún los días 5 de cada mes y nosotros les hacemos un favor comprando bombones y globitos. Es lo que los capitalistas llaman poner a trabajar el dinero para ellos en vez de trabajar ellos para el dinero, ellos invierten, nosotros trabajamos, ellos nos pagan, nosotros les compramos, ellos obtienen ganancias, ellos despilfarran, ellos se dan lujos, y nosotros debemos agradecerles porque somos los lavaplatos de un restaurant fino que ellos mantienen en funcionamiento al consumir. De eso se trata más o menos la estabilidad económica, que el dinero circule, que vaya de un lugar a otro, de abajo hacia arriba, y tristemente de arriba a París, Hawái y Las islas canarias, y nuestras ganancias no se reinvierten en nuestro país; ya sea por adquirir productos extranjeros o porque nuestros gobernantes son unos corruptos y para acabarla ineptos. 
Entonces surge un problema, si el dinero no circula de arriba para abajo, pues debemos convencer a los de abajo que lo sigan haciendo circular, pues está claro que es más fácil que yo ahorre 3 meses y le regale a mi madrecita santa un desayuno en el sambons el día de las madres a que Lucerito lleve a su madrecita no tan santa a la cocina económica de Manuelita y pida tres órdenes de comida corrida. En resumen, ellos no van a “rebajarse” a adquirir lo mismo en lo que nosotros gastamos, pero nosotros sí deberíamos hacer sacrificios por pagar los lujos que su consumismo ha creado para nuestra felicidad. 
Entonces SÍ tenemos un problema, cuando nos convencen mediante tradiciones adaptadas, mitos descontinuados y pretextos baratos de que debemos consumir: “Jesucristo nació, dame regalos”, “es la época en la que asesinaron a los indios, dame pavo”, “salí embarazada, te nombro padrino de conjunto, a ti de recepción y a ti de lavadora”, y podría continuar así toda la semana. 
Tenemos un problema cuando se mercantilizan nuestras expresiones de afecto, cuando se nos enseña que lo que se siente se expresa solo con regalos, cuando se deprecian nuestros sentimientos y nuestra calidad de humanos se reduzca a proletariado consumidor. Todos los días “especiales” del año tienen como punto convergente, además del consumo, una satisfacción particular de algún sector. Un día en que consentimos a nuestras mamás, nuestros papás, abuelitos, a la mujer, blah blah, más que un reconocimiento, como si nos estuviéramos disculpando por nuestros descuidos y regalándoles un día del año para ellos solos, en el mejor de los casos. Se supone que se trata de festejar el amor que sentimos por ellos, y particularmente el 14 de febrero es un día que pareciera hecho “por si no entraste en los demás”, engloba todo. Aunque no tengas pareja, debes tener un amigo, o si no tu familia o si no, no funcionas en una sociedad de consumo al no poder darle nada a nadie y nadie darte nada a ti, así que da igual si te tiras del puente... Sería más gracioso la gente no lo hiciera tan a menudo. 
En fin, si se sienten con necesidad de festejar el amor o la amistad hacia alguien especial en sus vidas, piensen en cómo podrían expresarles su cariño a través de sus actos, sin regalos ni nada, ahí está el reto. Una vez que lleguen a una conclusión, practiquen eso diariamente, y este día parecerá tan banal… 

O si por el contrario, se ven obligados a recurrir a regalos materiales, ya sea por gusto u obligación (porque nadie va a negar que se siente muy bien recibir cosas), pues ni hablar, les deseo un 
¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA TARJETA POSTAL!
Frases de la semana: 

El consumismo es la malcrianza que nos deja la escuela de la economía.
(Anónimo)

El dinero es la tarjeta de crédito de los pobres.
Marshall McLuhan


No le enseñes a tu hijo lo que puede comprar con el dinero sino lo que no puede comprar el dinero, entonces vivira, es decir llegara a ser un hombre verdadero.
Facundo Cabral

1 comentario:

  1. Vaya análisis tan de acuerdo con la realidad !
    Y por qué los capitalistas siguen manejando dinero que le pertenece a las grandes mayorías, la respuesta es porque invierten en las llamadas propagandas comerciales para beneficirase sólo ellos, sin hacer ninguna obra social ni retribuir a sus consumidores o potenciales clientes.

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